Vivir en Hacienda Pinilla es como vivir en una reserva natural. El complejo residencial se asienta sobre un extenso bosque tropical seco, que alberga una amplia variedad de aves, insectos, anfibios, reptiles y mamíferos que van desde los tucanes hasta las mariposas, ranas, tortugas, iguanas y monos; los cuales pueden ser vistos lo largo de los pintorescos 16 kilómetros de senderos naturales.
Hacienda Pinilla ha implementado un agresivo programa de reforestación que ha dado como resultado la siembra de miles de árboles de especies nativas de la región, en su continua conciencia respecto de la importancia de los hábitats naturales, tanto para animales en el bosque, como para los residentes y visitantes. La adecuada planificación de corredores de vida silvestre adecuadamente planificados les asegura a todos sus residentes, humanos y animales, la oportunidad de vivir en paz y armonía, permitiendo el paso seguro a través de las comunidades residenciales de Hacienda Pinilla. Nos es nada fuera de lo común tener una tropa de congos cruzando su patio trasero o recibir visitas de una bandada de pericos.
Costa Rica es uno de los pocos lugares que brinda la oportunidad de presenciar uno de los milagros más espectaculares de la naturaleza, para quienes siempre han deseado ver el desove de tortugas marinas gigantes.
La temporada de desove de la tortuga Baula se extiende desde Octubre hasta Febrero, con cientos de tortugas que arriban a la orilla de la playa para cavar nidos con sus aletas y poner cientos de sus huevos, un proceso que puede tardar hasta tres horas. El extremo norte de Playa Langosta y el norte del Parque Marino Las Baulas en Playa Grande albergan este maravilloso regreso a casa y desove anual.